Pero no es menos cierto que cualquier parecido entre el Almería del Camp Nou y el anterior es mera coincidencia. Y es precisamente al cambio radical para mejor experimentado por los almerienses, a lo que se agarra la afición rojiblanca para no arrojar la toalla y mantener viva la llama de la esperanza en la supervivencia.
Por el Mediterráneo tienen que pasar de forma sucesiva Valencia, Sevilla, Villarreal y Mallorca, cuatro equipos que bajan de forma importante su rendimiento cuando actúan como visitantes.
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