La UD Almería o, más concretamente, el máximo accionista de la entidad rojiblanca ha marcado, como todos los pamplonicas, el día de San Fermín en rojo. Después de que el equipo se despidiera oficialmente de Primera División el pasado 21 de mayo, con aquella sonrojante derrota en el Bernabéu -aunque tres jornadas antes se había certificado el descenso-, han sido muchos los días en los que tanto la UD Almería como los 18 componentes que quedan con contrato -a los 17 que había se une Miguel Ángel Nieto, que regresará tras su cesión al Xerez Deportivo- habrán tenido ya tiempo suficiente para que hayan cristalizado sus objetivos. Los primeros con la intención de completar una plantilla que rondará la veintena de componentes y los segundos de quedarse o de salir, si han llegado ofertas.
En los últimos días, tanto Alfonso García, presidente y máximo accionista de la entidad rojiblanca, como Alberto Benito, director deportivo del club, han dejado claro que ese espacio de tiempo es lo suficientemente amplio como para que quienes querían irse lo hayan, planteando previamente una oferta que convenza a la entidad.
Don dinero
En el club rojiblanco se tiene claro que la pretemporada arrancará con quienes no hayan podido salir o se hayan querido quedar y la participación, igualmente, de quienes hayan llegado para reforzar la plantilla que deberá devolver al fútbol almeriense a la máxima categoría del fútbol español, en la que ha 'vivido' y se podría decir que bien en tres de las cuatro temporadas de militancia.
Lo que no quieren los gestores del conjunto rojiblanco es tener 'zozobra' sobre la marcha o permanencia de alguno o algunos de los jugadores cuyo nombre forma parte de esa 'nube' de rumores no confirmados sobre llegadas, pero sobre todo sobre posibles salidas. Una situación que se ha producido en las dos últimas temporadas. En la primera de ellas, la que comenzó con Hugo Sánchez en el banquillo rojiblanco, el mejicano tuvo que prescindir de Juanito y Julio Álvarez, con la pretemporada ya comenzada. El malagueño regresó al club malaguista, después de haber sido casi fijo en el equipo rojiblanco, con 30 partidos en su última campaña, mientras que el centrocampista hispano-venezolano lo hizo al RCD Mallorca, tras jugar 21 partidos -la mayoría en la etapa Gonzalo Arconada como máximo responsable de la plantilla de la Unión-.
Un año después, el tolosarra Juanma Lillo tuvo que pasar por un trance parecido con la venta de Chico al Genoa, uno de los fijos en la defensa almeriense, que gozó de la titularidad en 27 encuentros, pero que, tras iniciar los trabajos de pretemporada con el equipo almeriense, fue vendido al conjunto italiano.
De todas formas, aún quedan días, más de 20, para que comience el trabajo, para que esos 'globos sonda' sobre la marcha de algunos jugadores que han acudido al club almeriense a pedir una salida cristalicen, para lo bueno o para lo malo, aunque seguramente en la entidad de Alfonso García, como en cualquier otro sitio, es mejor tener pocos y bien avenidos que muchos y mal encontrados.
Sin noticias
Lo cierto es que el nombre de jugadores como Michel Macedo, Carlos García, Hernán Pellerano, Hernán Bernardello, Juanma Ortiz, Albert Crusat, Kalu Uche, Santi Acasiete, Henok Goitom y Leo Ulloa están en el mercado y algunos, como es el caso del extremo catalán, ya han dado, a través de su representante, ese paso que pide el presidente, un contrato y una oferta en firme. Ha fallado el final, que dicha oferta no ha convencido para nada a Alfonso García para propiciar la salida de uno de los jugadores más veteranos del equipo rojiblanco.
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